En verdad a todo el mundo le resulta desagradable hablar de este tópico. De hecho, decidimos buscar ayuda cuando más al límite nos encontramos. Pero hay que dejar la vergüenza a un lado porque este problema lo padecen tres de cada cuatro personas alguna vez en su vida. Dejemos la timidez a un lado y hablemos de las hemorroides.
HEMORROIDES
Las hemorroides o también conocidas almorranas son venas hinchadas en el ano o en la parte inferior de recto.
Las causas pueden ser muy variadas, pero se puede decir que son el resultado de un esfuerzo al evacuar el intestino, debido al estreñimiento, o por el aumento de presión en las venas, como ocurre en el embarazo o parto. Toda esta presión hace que los tejidos anales se hinchen, incluso pudiendo hacer que el tejido sangre. Estar sentado durante periodos prolongados, padecer cirrosis u obesidad también son causas para que aparezcan hemorroides.
TIPOS
Normalmente se clasifican en función de donde se encuentran.
Hemorroides internas
Son las que se presentan donde comienza el recto, justo dentro del ano. Normalmente son asintomáticas, no tenemos molestias, y no se pueden ni sentir ni ver. Con el esfuerzo durante las deposiciones se suele dañar el tejido y producir sangrado. Si son grandes, durante el esfuerzo al evacuar los intestinos, las hemorroides pueden salir a la abertura anal. Esto se conoce como prolapso y puede producir dolor e irritación.
Hemorroides externas
Se presentan fuera del ano en la piel que lo rodea. Se sienten al palpar y la hinchazón es visible. Son molestas sobre todo a la hora de limpiar la zona después de una deposición. Si se irritan pueden picar y sangrar. La hemorroide externa puede derivar en una hemorroide trombosada, con acumulación de sangre y formación de un coágulo (trombo). Las hemorroides externas trombosadas suelen ser muy dolorosas.
SÍNTOMAS
Como ya hemos dicho las hemorroides normalmente no son dolorosas y en el caso de las hemorroides internas es raro que se presente algún síntoma. Cuando aparecen, por norma general los síntomas pueden ser:
- Sangrado sin dolor durante las deposiciones. Se observa un pequeño sangrado rojo brillante en el inodoro o en el papel higiénico al limpiar la zona.
- Prurito o picazón en la zona del ano.
- Molestias o dolor anal, sobre todo al estar sentado y durante la defecación.
- Inflamación, protuberancias alrededor del ano.
A veces pueden aparecer complicaciones como es el caso de que se formen coágulos haciendo que el tejido de alrededor muera, por lo que se tiene que acudir a cirugía para su extirpación. También se puede producir un estrangulamiento hemorroidal, y al no llegar sangre a la hemorroide interna aparece un dolor muy intenso. Un sangrado intenso y prolongado puede provocar anemia.
TRATAMIENTO
El tratamientos de las hemorroides normalmente se basa en cremas o pomadas de uso tópico con diferentes componentes que alivian los síntomas.
- Cremas con corticosteroides, como es el caso de Hemorrane, para disminuir la inflamación y el picor.
- Cremas con anestésicos para calmar el dolor, por ejemplo Titanorein.
- Cremas con combinaciones de diferentes componentes, como es el caso de Hemoal, que mezcla un anestésico y un vasoconstrictor, para calmar el dolor y la inflamación. Anso es otra crema con diferentes componentes para tratar las hemorroides, como corticoides por su poder antiinflamatorio, un anestésico para el dolor y un anticoagulante para evitar la formación de coágulos. También podemos encontrar Ruscus Llorens, una crema bastante completa que contiene corticoides para disminuir la inflamación, un anestésico para el dolor, venotónico, que tonifica vasos sanguíneos y evita la formación de coágulos, un protector de la piel para evitar sangrados y levomentol que calma el picor.
También en casos de hemorroides severas se combinan los tratamientos tópicos anteriores con venotónicos orales, que aumentan el tono de las venas y la resistencia de los capilares, como por ejemplo Daflon o Venoruton.
CONSEJO FARMACÉUTICO
Aparte de los tratamientos antes mencionados hay ciertas medidas aconsejables para prevenir su aparición. Lo más importante es facilitar las evacuaciones intestinales y evitar el estreñimiento para lo cual es conveniente tomar mucho líquido, consumir alimentos con alto porcentaje en fibra o si es necesario acudir a suplementos de fibra (como por ejemplo Casen fibra o Plantaben), hacer ejercicio, no estar largos periodos sentado, ir al baño apenas se sienta la necesidad de evacuar y no hacer demasiado esfuerzo durante la deposición.
Otros consejos que podemos seguir para reducir la picazón son realizar baños de asiento (aplicar agua tibia durante aproximadamente 10 minutos en la zona), utilizar ropa interior de algodón y usar toallitas húmedas para realizar la limpieza después de las deposiciones.
Hay que tener en cuenta que con el envejecimiento aumenta la probabilidad de padecer hemorroides ya que los tejidos que soportan las venas del recto se debilitan. Además, durante el embarazo es común que aparezcan hemorroides ya que el peso del bebé ejerce presión en la zona del recto.
No siempre el sangrado es síntoma de hemorroides, ya que también puede asociarse a otras enfermedades. Si presentas sangrado con cambio en la consistencia o color de las heces, incluso cambios en tus hábitos intestinales, acude a tu médico.
BIBLIOGRAFIA
-Abdelnaby A, Downs JM. Diseases of the anorectum. In: Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ, eds. Sleisenger and Fordtran’s Gastrointestinal and Liver Disease. 10th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016.
-Blumetti J, Cintron JR. The management of hemorrhoids. In: Cameron JL, Cameron AM, eds. Current Surgical Therapy. 12th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2017.
