Todo sabemos que la piel es la primera barrera de defensa que tiene nuestro cuerpo, la primera línea frente a factores externos como el sol, pero también intervienen factores internos como el estado nutricional que tengamos. La nutrición es un factor a tener en cuenta en el rendimiento de nuestra piel, ya que condiciona la capacidad de protección y de regeneración de la piel. Hablemos entonces de los nutricosméticos y dentro de ellos, de los que ayudan a nuestra piel para preparase frente al sol.
NUTRICOSMÉTICOS
Los nutricosméticos se basan en la búsqueda de la “belleza desde la nutrición”, es decir mejorar el aspecto exterior a través de la nutrición.
Según el reglamento europeo se podría definir nutricosmético como “producto alimenticio que se administra como complemento de una dieta saludable con diferentes propiedades nutricionales o fisiológicas que afectan al estado de la piel y las faneras (uñas y cabello), protegiéndolas y/o manteniéndolas en buen estado”.
Se pueden administran en diferentes formas farmacéuticas: cápsulas, sobres solubles u otras formas dosificadas.
Sus acciones pueden ejercerse a diferentes niveles: antioxidante, fotoprotectora, moduladora de la inflamación, ayuda en la retención de líquidos…
En esta entrada vamos a centrarnos en la “fotoprotección desde el interior”.
NUTRICOSMÉTICOS CON CAROTENOIDES
Los nutricosméticos con carotenoides, también conocidos como nutriprotectores, son aquellos que nos ayudan y preparan la piel frente a los efectos de sol. Los carotenoides son los pigmentos que dan el color amarillo y rojo a las diferentes plantas, frutas y hortalizas. Se encuentran dentro de la células vegetales y tienen un efecto antioxidante natural en nuestro organismo. Los más usados en nutricosmética son los siguientes:
- Betacaroteno: Es el precursor de la vitamina A, que actúa en el correcto funcionamiento de la visión, el fortalecimiento del sistema inmunitario y ayuda en la reparación de diferentes tejidos como la piel, mucosas, uñas, cabello… Es un potente acelerador del bronceado, pero además protege la piel de radicales libres y previene las quemaduras por la exposición solar.
- Astaxantina: Carotenoide xantófilo no pro-vitamínico. Antioxidante que potencia la acción de otro carotenoides y de la vitamina E. Potente protector frente a radicales libres que pueden producir daños celulares y en el ADN. Mejora los signos del envejecimiento prematuro y la salud general de la piel.
- Licopeno: Es un tipo de caroteno no pro-vitamínico, da el color rojo al tomate, sandía y pimiento. Es un potente antioxidante y se ha demostrado que tiene un efecto en la dermis y epidermis restaurando los daños producidos por la luz ultravioleta y reduciendo el fotoenvejecimiento cutáneo.
- Luteína: Es un caroteno relacionado con la pigmentación ocular. Algunos nutricosméticos lo incorporan para ayudar a la protección ocular frente a la exposición solar. También se le conoce como la “vitamina para los ojos”.